Centro Educativo

ÁFRICA Maltratada y sin embargo emergente y llena de vida, energía e ilusión, busca salida al subdesarrollo y pobreza. ¿Y cuál es la base para ello? La educación. Como dijo Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Y sin embargo, a pesar de los avances el continente sigue siendo, en términos generales, el de menor desempeño educativo del planeta.

UN PAR DE NUMEROS Durante los últimos años es claro el esfuerzo de gobiernos y organismos internacionales en este ámbito. En 1999 había 82 millones de niños en escuelas africanas, y en 2010 eran ya casi 133 millones. Sin embargo la universalización de la educación básica aún está lejos, sobre todo una educación perdurable y en  condiciones idóneas.  Según UNICEF, en 2013 unos 124 millones de niños no pudieron acceder a una educación primaria. Es en este contexto en el que FUNDEBE pretende aportar su granito de arena, en Benín.

CREAR UN COLEGIO, CON EDUCACIÓN DE CALIDAD, es hasta la fecha el proyecto central de la actividad de FUNDEBE: un centro que abarque todas las edades desde educación infantil hasta bachillerato (niños y niñas de entre 5 y 17 años) en Nikki, Benín. La tasa de alfabetización del país se encuentra entre las más bajas del mundo. En 2010 sólo el 42.4% de las personas mayores de 15 años sabía leer y escribir (y sólo el 30% de las mujeres). Nikki está situada al norte del país, la zona más pobre. La población subsiste principalmente gracias a una agricultura de subsistencia basada en el algodón. El analfabetismo supone la total indefensión de los campesinos a la hora de fijar un precio justo para sus productos en el mercado.

LOS COMIENZOS Aurelio Favi, sacerdote beninés en la parroquia del Bautismo del Señor en Madrid, impulsó el proyecto desde cero. Uniendo sus fuerzas a las de un grupo de personas que se implicaron en tan ambicioso proyecto se creó FUNDEBE en 2008 y se dieron los primeros pasos para la construcción del colegio. El objetivo, muy claro: usar la educación como arma contra la pobreza.

COLABORACIÓN Y CONSTRUCCIÓN Desde el principio fue capital el apoyo local tanto de la población como de las autoridades. Tras numerosos estudios y propuestas, se escogió un diseño modular de 4 fases, siendo cada fase un edificio de dos plantas, de tal manera que una vez construida la primera fase el colegio pudiera empezar a funcionar. La primera de estas fases se terminó de construir en Septiembre de 2011, justo a tiempo para el comienzo del curso, para el que el colegio contó con 70 alumnos matriculados. Para el inicio del curso 2014-2015 ya estuvo lista la segunda fase, permitiendo un crecimiento sostenido del alumnado, que en el curso 2016-2017 alcanzó 345 alumnos repartidos entre los ciclos de infantil, primaria y secundaria. Construimos asimismo en los últimos años instalaciones complementarias tales como un comedor, una cisterna, un almacén y un espacio dedicado a que tanto alumnos como personal puedan reunirse a salvo de los elementos cuando no están en clase.   En el curso 2023-2024 contamos con 572 alumnos.

ACTUALIDAD Dado el crecimiento del colegio, la inversión principal en tiempos recientes ha sido para la construcción de la tercera fase (edificio de aulas, biblioteca y administración) del colegio, que nos permitirá seguir acogiendo a un número creciente de alumnos. Su inauguración está prevista para septiembre de 2024.

La gestión del Centro escolar está en manos de un equipo de docentes local con amplia experiencia, y que imparten un programa educacional homologado con las exigencias gubernamentales, habiéndose cosechado grandes éxitos académicos tales como la obtención, en septiembre de 2023, de 6 de los 31 premios académicos de la región de Borgou (con una población de 1.3 millones).

FUTURO El colegio sigue creciendo día a día. Las siguientes obras previstas incluyen un campo de deporte, la pavimentación de las zonas que comunican a los edificios principales, y la construcción de una capilla con donaciones expresamente hechas a tal efecto. 

¿Y más a largo plazo qué vislumbramos? Ampliación de las instalaciones, impartición de formación profesional en el ámbito agrícola, zonas deportivas… hay mucho por hacer.

Sabemos que el reto es duro y a largo plazo, y que el nuestro es sólo uno de los innumerables empeños necesarios para cambiar las cosas. Pero tenemos un objetivo, y tenemos el arma: la Educación.